Rutina, hermosa rutina

Todo el mundo se queja amargamente de la rutina, pero yo digo: aquel que no acepta su rutina, está en una espiral sin retorno hacia la perdición.
Hay que afrontar el hecho de que la vida es rutina, ni si quiera Indiana Jones llevaba una vida febril y llena de emociones (excepto cuando salía en alguna película).
El secreto está en aprender a extraer la belleza en lo cotidiano, y no es que yo me haya vuelto un esteticista, pero me he dado cuenta con el tiempo, que es infantil y tal vez hasta superficial aspirar a una vida sin rutina. Pues pensandolo un poco, incluso una vida carente de rutina, sería rutinaria al fin, o no?

Aquí hay algunas de mis rutinas no tan rutinarias:
Rutina 1- Postear en el blog: puras pendejadas, pero son pendejadas inéditas

rutina 2- salir a las 18:00 hrs a comprar un Dr. Pepper. para tomarlo entre 18:15 y 18:45, antes de salir de trabajar a las 19:00. Lo hago así porque siento que es un refuerzo positivo al trabajo del día; como la galletita que le dan al perro después de hacer una gracia.

rutina 3- Salir a comprar una bebida para acompañar la comida y en el camino ver a la parejita de escolapios, que todos los días están abrazados al pie de un edificio, y quedármeles viendo de reojo con cara de "que descaro de estar fajando en plena vía pública". Sólo para hacerlos sentir mal.

rutina 4- Hasta hace unos días, observar a la vecina pérfida (... ya no más.) y comentarlo con mis compañeros.

rutina 5- Inventar nuevas maneras de tentar con golosinas, a los compañeros que están haciendo dieta en la oficina.