Tardes tan bellas y yo tan solo

Soy de las pocas personas que no han perdido la costumbre de mirar al cielo, no para ver ovnis como el idiota de Jaime Maussan, no; para ver las nubes, sentir la brisa y el viento en la cara, para ver cómo cambian los colores de la ciudad con un sol poniente después de la lluvia y le olor intoxicante de tierra mojada, azufre y combustible mal quemado. Desearía estar sentado en la banca de un parque tomando abrazando a mi amada... en vez de eso estoy metido en la oficina escribiendo un post. Ironía, horrible ironía.