Súbete al ratón loco

No, no es insinuación de carácter sexual ni mucho menos, la misoginia ya se me pasó, tuve que tragar mucha agua pero ya se me pasó. El ratón loco era una atracción mecánica que estaba en el viejo parque de diversiones de Chapultepec; era una pequeña montaña rusa con carritos individuales, donde cabían cuando mucho dos personas, ingorándose las más elementales reglas internacionales de seguridad. Consistía en una tina de fibra de vidrio con tubos de dónde aferrarse y una masa dura al frente, que algún día debió ser hule espuma para amortiguar un posible cabezazo, pero que endurecidas por las condiciones climáticas, lo más probable es que rompiese la cabeza en vez de amortiguarla. Dicha atracción era perfecta para infantes que no calificaban para subirse a los juegos grandes, ó para adultos de pocos huevos, que le sacaban a la clásica montaña rusa... bueno, siendo justos, se necesitaban bastantes agallas para subirse a esa montaña rusa antes de la remodelación del parque, 9 meses al año se la pasaba cerrada por reparaciones y por considerarse insegura.